LA GENEROSIDAD CAMBIÓ EL MUNDO. COMENZÓ CON JESÚS Y CONTINÚA A TRAVÉS DE NOSOTROS.

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En MFA practicamos el dar.  Esta respuesta natural emana de nuestro aprecio por lo que Dios ha hecho con nosotros. Abundan testimonios de matrimonios reconciliados y familias sanadas; otros han sido liberados del alcohol, de la drogas y aun de la religión.  La mayoría podemos dar testimonio de que Dios ha removido ese sentir de soledad y vacío de nuestro corazón.  La culpa del pecado y de la iniquidad ha sido quitada.

 

Por esa razón voluntariamente regresamos a Dios nuestro tiempo, nuestros talentos y nuestros recursos.  Hemos vivido en carne propia las palabras de Jesús: “Más bienaventurado es dar que recibir.”  Hechos 20:35”